Dados los efectos cada vez más presentes del cambio climático, se hacen necesarias obras que ayuden a mitigar posibles afectaciones en el día a día de la ciudad. Los estanques de Pirque son esa clase de proyectos.
Se trata de seis “piscinas” con distintas superficies, cuya construcción se planteó con hormigón desde un inicio ya que se trata de una obra que debe superar los 50 años. La resistencia y durabilidad del material son fundamentales para su objetivo: acopiar agua del Río Maipo cuando éste presente turbiedad extrema.
Con losas de distintos grosores, para soportar mejor los embates del agua del Maipo y los sedimentos que este cargue en episodios de turbiedad extrema, el hormigón también se utilizó en pavimentos colindantes a los estanques.
Esto demuestra que, en proyectos relacionados de manera directa con el cambio climático, el hormigón se alza como la mejor alternativa para el desarrollo de dichas obras.