Con una altura de 250 metros, esta gran torre de hormigón armado levantada en la comuna de María Elena (Región de Antofagasta), en pleno Desierto de Atacama, es el elemento central del proyecto.
Esto, porque la parte más alta de la estructura es la encargada de recibir el reflejo y calor del sol, transmitidos por los más 10.000 espejos encargado de transmitir la energía. En la cima de la torre de hormigón -la segunda más alta de Chile- se encuentra el receptor solar, donde circulan sales fundidas que van a un intercambiador de calor que genera vapor para una turbina, conformando el bloque de potencia eléctrico.
La decisión de utilizar hormigón armado para la construcción de la torre pasó por las ventajas que ofrece el material: resistencia, rigidez y durabilidad. Otro punto a favor fue la facilidad de transportar el material para la obra in-situ, que se llevó a cabo utilizando moldajes deslizantes.
Inaugurada el 8 de junio de 2021, la planta de energía termosolar Cerro Dominador -a la que pertenece la torre- tiene una capacidad de 110 MW, generando energía limpia de forma gestionable durante 24 horas.