Construyendo un futuro sostenible y resiliente
En una era de retos climáticos, el hormigón se reinventa como el cimiento de un futuro sostenible y resiliente. La industria del hormigón, impulsada por una pasión innovadora, evoluciona constantemente para esculpir las ciudades del mañana, adaptándose ágilmente a las demandas de una sociedad en constante cambio.
Sociedad
«La seguridad, durabilidad y la resiliencia son aportes fundamentales del hormigón a la construcción de una sociedad sostenible»
Hacia ciudades más resilientes
La tendencia mundial señala que la población en zonas urbanas seguirá creciendo y Chile no es la excepción. Con una mayor demanda por espacios habitables, se requiere infraestructura hídrica y sanitaria para viviendas, suministro de energía y transporte. Por cualidades como su flexibilidad, durabilidad, economía y su inercia térmica, el hormigón es capaz dar respuesta eficaz a ese amplio abanico de necesidades.
Viviendas más seguras
La tendencia hacia el aumento de la urbanización da como resultado una creciente necesidad de viviendas. El hormigón ofrece soluciones sólidas, seguras, resistentes al fuego, eficientes y de bajo mantenimiento, lo que permite optimizar los siempre escasos recursos para abordar el déficit de viviendas.
Pavimentos más eficientes
La durabilidad del hormigón y su bajo mantenimiento significan que es ideal para pavimentos de carreteras y vías urbanas. Además de ofrecer un viaje cómodo y seguro, los pavimentos de hormigón reducen el consumo de combustible de los vehículos, contribuyendo a disminuir las emisiones de CO2 del transporte.
Un material probado. Resistente, confiable y durable
A lo largo de los años, nuestra infraestructura de hormigón ha demostrado tener un desempeño extraordinario tanto en el uso cotidiano, como también, ante eventos extremos como sismos, incendios e inundaciones. Un ejemplo de ello es el probado desempeño sísmico de los edificios chilenos, garantía de seguridad y motivo de orgullo en un país donde los terremotos son una constante.
Economia
“Tres cuartas partes de la infraestructura que el mundo necesitará al año 2050, aún no se ha construido” (António Guterres, Sec.Gral. de la ONU)
El Hormigón y construcción, sinónimo de crecimiento
La industria de la construcción es sinónimo de empleo y de crecimiento económico. En Chile, su aporte al PIB es de un 6% y representa un 8% del empleo, lo que muestra la importancia que tiene el sector para el país. El aporte del hormigón, por su extensivo uso, es fundamental para continuar impulsando el crecimiento del sector y del país.
Piensa localmente
La producción del cemento y del hormigón, desde la extracción y uso de materias primas hasta su transporte y uso en obra, contribuyen a dinamizar la economía local con empleo de calidad, inversión y obras tangibles para la comunidad. La eficiencia de producción, sus altos estándares de calidad y rendimiento hacen que el hormigón sea la opción preferida para utilizar en cualquier escala, ya sean obras de gran envergadura, como también, proyectos pequeños.
Motor de la innovación y del emprendimiento
Con un potencial ilimitado para la innovación, el hormigón es un constante motor para el desarrollo de la construcción moderna. Incluso pequeñas innovaciones sirven para realizar grandes mejoras en su desempeño que, en definitiva, hacen una gran diferencia en nuestra vida cotidiana. Cada día aparecen nuevos emprendimientos y emprendedores que aprovechan la flexibilidad del hormigón para desarrollar novedosas soluciones.
Hormigón, claramente la mejor opción
El hormigón es mucho más que un simple material de construcción. Es un aliado fundamental en nuestro camino hacia un futuro más sostenible y resiliente. La industria del hormigón está comprometida con la mejora continua y la innovación, trabajando incansablemente para hacer realidad la visión de un hormigón carbono neutral 100% reutilizable que se convierta en la base de la construcción cero residuos.
Medioambiente
«El hormigón es esencial para la adaptación al cambio climático y la construcción de un futuro sostenible»
Un compromiso permanente con un futuro sostenible
La industria del hormigón está en constante evolución. Nuestra Hoja de Ruta establece el ambicioso objetivo de alcanzar la carbono neutralidad para 2050. Esto implica importantes inversiones en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, como el uso de materiales alternativos, la captura y almacenamiento de carbono, y la optimización de procesos productivos.
El hormigón como pilar de la economía circular
El hormigón es un ejemplo perfecto de economía circular. Desde el uso de residuos de otras industrias como materias primas, hasta la posibilidad de reciclar el 100% del hormigón al final de su vida útil, este material demuestra que es posible cerrar el ciclo de los recursos. Además, durante la producción del cemento se pueden aprovechar una amplia gama de residuos, contribuyendo a resolver problemas de gestión de desechos de la sociedad.
El hormigón como sumidero de CO2
El hormigón tiene la capacidad para absorber CO2 del ambiente, transformándose en un verdadero “sumidero” de las emisiones, como ha sido reconocido recientemente por el IPCC. De acuerdo con estudios realizados, el cemento reabsorbió cerca de 4,5 gigatoneladas de carbono en los últimos 100 años, lo que supone una compensación del 43% de las emisiones de CO2.
Un aliado para combatir la crisis hídrica
La crisis hídrica que afecta a la zona centro-norte de Chile, necesita de obras de infraestructura durables, que permitan un manejo eficiente de un recurso tan necesario como es el agua y cuya falta se hace sentir especialmente en las comunidades agrícolas. Para esto, el hormigón es esencial, puesto que permite la realización de obras que aseguren un correcto almacenamiento, distribución y aprovechamiento del recurso hídrico.